Guillermo siempre ha estado dispuesto a dedicar el tiempo necesario y se volcó en la selección técnica de fotografías y en controlar su uso legal, así como en la corrección de pruebas, que realizó en dos ocasiones, sin duda, con la finalidad de que la obra resultara decorosa. Conté con su asesoramiento profesional antes de la maquetación, confección de portada y también en la forma de distribución y venta.
El libro causa buena impresión y los comentarios que me han llegado son laudatorios.